NUESTRO FUNDADOR



BEATO FRANCICO PALAU Y QUER


Nace en Aytona, Lérida (España), el 29 de Diciembre de 1811. Es el séptimo de 9 hermanos. Los padres, José Francisco Palau y María Antonia Quer, son cristianos y tratan de inculcar en sus hijos su fe y su amor a Jesucristo. Siendo muy joven siente Francisco el llamamiento del Señor e ingresa en el Seminario de Lérida. Allí descubre que su verdadera vocación es el Carmelo Teresiano, e ingresa como novicio en el convento de San José, de los Padres Carmelitas Descalzos de Barcelona, el 14 de Noviembre de 1832. El 2 de Abril de 1836, es ordenado sacerdote en Barbastro y comienza su misión apostólica, que desarrollará en múltiples formas a lo largo de toda su vida. Cataluña, Francia, Baleares y ciudades importantes de la península, como Madrid Barcelona, fuerón testigos de la entrega de aquel apóstol del siglo XIX, a quien “Cuando Dios le llama, nada hay de cuando se me pone delante, por terrible y desagradable que sea, que no lo asalte y atropelle”. En Barcelona organiza la Escuela de la Virtud, iniciativa original y única realizada en el campo pastoral. Funciona en la parroquia de San Agustín; constituye un plan de catequesis renovadora para adultos. El obispo Costas y Borrás, aprobó el proyecto como una obra diocesana, inaugurándose en 1851. El impacto en los medios culturales, religiosos, políticos y sociales se hace sentir muy pronto. Los sectores anticlericales y revolucionarios de Barcelona reaccionan con dura persecución frente a la Escuela. De nada sirven las aclaraciones, la Escuela de la Virtud se suprime y su director es confinado a Ibiza. Impulsado por las urgencias necesidades de la iglesia, intenta los primero ensayos fundacionales de una comunidad que una al espíritu contemplativo del profeta Elías, las ansias misioneras de Santa Teresa de Jesús. Después de los primero proyectos de Lérida y Aytona, la fundación se consolida en Ciudad de la Menorca a partir del año 1860. Hoy la consagración de Carmelitas Misioneras se expande por cuatro continentes. Europa, América, Asia y África, constituyen el escenario evangelizador de las Carmelitas Misioneras, quienes hacen suyo el lema de su fundador: “Porque te amo, Iglesia busco en los servicios ocasión de complacerte”. Esta es la trayectoria de este apóstol de la Iglesia. Muere en Tarragona, el 20 de Marzo de 1872. Es beatificado por S.S Juan Pablo II, el 24 de Abril de 1988.